EN SU YA DILATADA TRAYECTORIA, ESTE PINTOR HA HECHO TRASCENDER CON SU OBRA LA FUERZA Y EL TRATAMIENTO MULTICROMÁTICO. CONSTRUCTOR CÓSMICO DE LAS FORMAS, NOS ADENTRA EN UNA ASCENSIÓN DEL PLANO MENTAL, MOSTRÁNDONOS SU VISIÓN SOBRE LA MULTIDIMENSIONALIDAD DEL SER Y SU ENTORNO, DONDE TODO SE INTERPENETRA EN UNA HERMOSA DANZA DE PERFECCIÓN Y ARMONÍA. SU GRAN MAESTRÍA VIENE AVALADA POR EL GRAN INTERÉS QUE DESPIERTA SU OBRA EN EUROPA, ESTADOS UNIDOS E IBEROAMÉRICA. EVA DE HOCES
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lunes, 24 de septiembre de 2012
EISEGESIS II "Lo que ves escríbelo..." (APOCALIPSIS)
ES UN CUADRO REALMENTE INTERESANTE. VISTO EN SU CONJUNTO EN UNA PRIMERA MIRADA, EXISTE UNA DISTORCIÓN ENTRE EL PAÑO SUPERIOR Y EL INFERIOR, PERO INMEDIATAMENTE DESPUÉS DE LEER EL TEXTO INFERIOR (PRIMERAS PALABRAS DEL APOCALIPSIS DE S. JUAN)SE PRODUCE EN EL EXPECTADOR UNA RELACIÓN DE OBSERVACIÓN ALTERNATIVA DE LOS DOS PAÑOS QUE INDUCE INDEFECTÍBLEMENTE A UNA MAYOR E INTENSA OBSERVACIÓN DEL PAÑO SUPERIOR DONDE RADICA EL CONCEPTO Y LA MAYOR FUERZA PICTÓRICA. HE SEGUIDO LA OBRA RECIENTE DE ESTE PINTOR Y MERECE LA PENA SU CONSIDERACIÓN EN LA OFERTA PICTÓRICA ACTUAL. UNA VISIÓN VERDADERAMENTE ORIGINAL E INTERESANTE DE UN TEMA TAN MANIDO
Entra entonces en el plano de la creación el Espíritu 59 (llamado de la Tierra, o el Alma, Psyche, al cual Santiago denomina "diabólico"), la porción inferior del Anima Mundi o Luz Astral. [Véase la conclusión de esta Sloka.] Entre los nazarenos y gnósticos, este Espíritu era femenino. Así, el espíritu de la Tierra, percibiendo que por Fetahil 60, el hombre más nuevo (el último), el resplandor había "cambiado", y que en lugar de resplandor existían "degeneración y perjuicios", ella despierta a Karabtanos 61, "que estaba loco y sin sentido ni juicio", y le dice: "Levántate, mira: el Esplendor (la Luz) del Hombre Novísimo (Fetahil) ha fracasado (en producir o crear hombres); la disminución de este Esplendor es visible. Levántate, ven con tu Madre (el Espíritu) y líbrate de los límites que te esclavizan, y de aquellos más vastos que el mundo entero". Después de lo cual sigue la unión de la materia loca y ciega, guiada por las insinuaciones del Espíritu (no el Aliento Divino, sino el Espíritu Astral, que por su doble esencia se halla ya manchado con la materia); y habiendo sido aceptado el ofrecimiento de la Madre, el Espíritu concibe "Siete Figuras", y los Siete Astros (Planetas) que representan también los siete pecados capitales, la producción de un Alma Astral, separada de su origen divino (el espíritu), y de la materia, el demonio ciego de la concupiscencia. Viendo esto, extiende Fetahil su mano hacia el abismo de la materia y dice: "Exista la tierra, lo mismo que ha existido la mansión de los Poderes". Y hundiendo su mano en el caos que condensa, crea nuestro planeta.
De las primeras palabras que escucha el autor del último libro de la Bíblia (Apocalipsis de S. Juan 1,11) de naturaleza escatológica y lenguaje simbólico surge esta eisegesis pictórica.
Se establece en el cuadro el cósmico y sagrado número siete como generador del pensamiento, la espiritualidad, la sabiduría y como punto de unión de lo divino y lo humano, lo que represento dentro del ámbito caótico y amenazante de la inevitable secuencia de cataclísmos que se van revelando, en el devenir del relato apocalíptico, para lo que establezco un equilibrio dinámico de las masas en una secuencia previsible. Masas que de forma progresiva van a ir tomando su propio protagonismo en el devenir de la Revelación, que empieza con las palabras que dan título al cuadro Eisegesis II y preludian el cuadro siguiente Eisegesis III.
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5 comentarios:
ES UN CUADRO REALMENTE INTERESANTE. VISTO EN SU CONJUNTO EN UNA PRIMERA MIRADA, EXISTE UNA DISTORCIÓN ENTRE EL PAÑO SUPERIOR Y EL INFERIOR, PERO INMEDIATAMENTE DESPUÉS DE LEER EL TEXTO INFERIOR (PRIMERAS PALABRAS DEL APOCALIPSIS DE S. JUAN)SE PRODUCE EN EL EXPECTADOR UNA RELACIÓN DE OBSERVACIÓN ALTERNATIVA DE LOS DOS PAÑOS QUE INDUCE INDEFECTÍBLEMENTE A UNA MAYOR E INTENSA OBSERVACIÓN DEL PAÑO SUPERIOR DONDE RADICA EL CONCEPTO Y LA MAYOR FUERZA PICTÓRICA. HE SEGUIDO LA OBRA RECIENTE DE ESTE PINTOR Y MERECE LA PENA SU CONSIDERACIÓN EN LA OFERTA PICTÓRICA ACTUAL. UNA VISIÓN VERDADERAMENTE ORIGINAL E INTERESANTE DE UN TEMA TAN MANIDO
JOSE L.
A mí me parece como un juego intelectual entre el pintor y el observador. Me gustaría ver el cuadro en directo.
Entra entonces en el plano de la creación el Espíritu 59 (llamado de la Tierra, o el Alma,
Psyche, al cual Santiago denomina "diabólico"), la porción inferior del Anima Mundi o Luz
Astral. [Véase la conclusión de esta Sloka.] Entre los nazarenos y gnósticos, este Espíritu era
femenino. Así, el espíritu de la Tierra, percibiendo que por Fetahil 60, el hombre más nuevo
(el último), el resplandor había "cambiado", y que en lugar de resplandor existían
"degeneración y perjuicios", ella despierta a Karabtanos 61, "que estaba loco y sin sentido ni
juicio", y le dice: "Levántate, mira: el Esplendor (la Luz) del Hombre Novísimo (Fetahil) ha
fracasado (en producir o crear hombres); la disminución de este Esplendor es visible.
Levántate, ven con tu Madre (el Espíritu) y líbrate de los límites que te esclavizan, y de
aquellos más vastos que el mundo entero". Después de lo cual sigue la unión de la materia
loca y ciega, guiada por las insinuaciones del Espíritu (no el Aliento Divino, sino el Espíritu
Astral, que por su doble esencia se halla ya manchado con la materia); y habiendo sido
aceptado el ofrecimiento de la Madre, el Espíritu concibe "Siete Figuras", y los Siete Astros
(Planetas) que representan también los siete pecados capitales, la producción de un Alma
Astral, separada de su origen divino (el espíritu), y de la materia, el demonio ciego de la
concupiscencia. Viendo esto, extiende Fetahil su mano hacia el abismo de la materia y dice:
"Exista la tierra, lo mismo que ha existido la mansión de los Poderes". Y hundiendo su mano
en el caos que condensa, crea nuestro planeta.
Maravilloso, tiene mucha fuerza. Parece como si gravitara en la nada. Sigue así. Besos.
SINOPSIS DEL CUADRO
De las primeras palabras que escucha el autor del último libro de la Bíblia (Apocalipsis de S. Juan 1,11) de naturaleza escatológica y lenguaje simbólico surge esta eisegesis pictórica.
Se establece en el cuadro el cósmico y sagrado número siete como generador del pensamiento, la espiritualidad, la sabiduría y como punto de unión de lo divino y lo humano, lo que represento dentro del ámbito caótico y amenazante de la inevitable secuencia de cataclísmos que se van revelando, en el devenir del relato apocalíptico, para lo que establezco un equilibrio dinámico de las masas en una secuencia previsible. Masas que de forma progresiva van a ir tomando su propio protagonismo en el devenir de la Revelación, que empieza con las palabras que dan título al cuadro Eisegesis II y preludian el cuadro siguiente Eisegesis III.
Jesús Ojeda Ramírez
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